La pereza... Supongo que podría decir que esta "cualidad" es la gran culpable de que hayan cesado las actualizaciones, pero no. Más allá del bien y el mal, incluso del buen gusto, están las TIC y su averías. Tendrían que inventar nuevos modismos para describir la cara de lela que se me quedó al escuchar el diagnóstico de mi querido ordenador: "se trata del inversor, no hay duda".

Aquí me dieron soluciones, incluso esperanza de vida, pero el susto no se va. Así que hasta que mi portátil vuelva a copar mi abandonada mesa de estudio la fluidez del blog no será la misma.

pd: eso sí, que no decaiga el ambiente